El bidet y el rock (por Fernando De Martino)

Ella adivino lo que me estaba pasando, y así fue que solo desgraciado me fui. Corrí hacia el baño pero tal perfume (a baño de cemento) me desvaneció inmediatamente. Y ahí lo ví… no era un misil en mi placard, era el bidet que rogaba compartir ese aroma no tan delicado conmigo (ya habíamos compartido tanto). Entonces pensé y pense y pense por un rato largo hasta que me descuide; enojado por mi actitud desparramó su llanto de agua caliente dejándome el culo rojo como un jugo de tomate frío. Y me dije resiste yo se que existe amor en tu piel. Si no les parece que un bidet puede ser rock escuchen a GIT!!!