Una mujer en el margen del cuaderno.

Entra y sale permanentemente, (no tiene sombra) su paso es lento y aunque no brille su figura no suele ser opaca.
Entra y sale permanentemente, deja huellas marcadas pero se borran apenas se va.
A veces es cuestión de buscar su voz entre la gente, su mirada es odiosa y desafiante pero su risa es inmediata, casi nula pero inmediata.

-No hay nada mejor que hacer tiempo, me dice mientras yo miro para otro lado. Hay momentos que mi cara es un espejo tan mentiroso que temo me descubra.
Entra y sale permanentemente, juega con mi paciencia todo el tiempo, a veces no logro percibir lo que busca.
-¿vos sos sincero? Me pregunta.
¡No! Le contesto (aunque fui sincero)
Me habla del día, de la noche, de los jueves sabiendo que hoy es martes y que el jueves queda lejos.
Me habla de cualquier estupidez.
Yo ya tan cansado de escuchar con la cabeza hacia el costado cierro el cuaderno y ella se va inmediatamente.

Recordatorio para mí: cuidado con esta mujer, es una molestia en el margen de cualquier hoja.