Extraño el bidet en donde metíamos el culo los dos al mismo tiempo.
Que momentos aquellos en los que sobre la misma lluvia de agua tibia nos contábamos todos los secretos de nuestra pequeña vida conyugal...
Escapábamos al hotel solo para compartir esos secretos con dos culos para un bidet.
Un culo.
Dos culos.
Tu culo.
Mi culo.
Nuestros culos.
Dos culos para un bidet.
Bidet al aire libre, bidet encerrado, bidet de amor, bidet de lujuria...
En él, dos culos repletos de amor.
Desde luego esto es capacidad creativa.
ResponderEliminarImagino a los grandes poetas pensando en palabras como luna, flor, sonrisa... Pero atreverse con culos y bidet, es abrir bien las puertas al mundo de la poesia.
Felicidades, Lulu